4 Septiembre
Ya existe un I
love SUCINA.
Yo lo digo en alemán:
¡ICH LIEBE
SUCINA!
Dedicado a todos los participantes en
sucinapoetasyderivados, en especial a su creadora.
Me
encanta este blog.
Mi enhorabuena a todos los participantes que
aportan su granito de arena.
Siempre me gustó la rima.
Ahora
estoy aprendiendo pasito a paso las diferentes formas de verso y
poesía.
Tiene muchas más cosas de las que yo creía.
Yo soy
de verso libre, relatos y anécdotas.
Era yo muy joven, cuando en
SUCINA me afinqué.
Mis padres querían poner un bar.
En SUCINA
había uno a la venta con casa incluida .
Nos encaminamos una
noche de marzo al pueblo, para conocer y tratar con los dueños.
Qué
largo se me hizo el camino.
La trayectoria por una carretera
estrecha, curva con curva. Alrededor sólo monte, oscuridad y
ausencia de vida humana.
Se llega en media hora, pero a mí se me
antojó una eternidad.
Por fin un letrero que ponía
SUCINA
Conocimos a los dueños, el precio se ajustaba a
nuestro presupuesto, y se cerró el trato.
Ya éramos dueños del
bar en la calle estación.
Empezamos de lleno un fin de semana de
abril.
La novedad atrajo a clientes un sin fin.
Había que
hacer reformas.
Desde la barra a la cocina, teníamos que cruzar
un pequeño patio.
Esas mejoras se hicieron, pero mientras tanto,
trabajábamos con lo que había.
Menudo abril de lluvia.
Salías
con una de callos y otra de ternera a todo gas, y con la cabeza
inclinada sobre los platos para evitar que se aguaran.
Corría el
año 1974, en el pueblo sólo había un teléfono público, y estaba
en nuestro bar.
Un sábado al oscurecer, con el local a rebosar de
clientes hambrientos y lloviendo si tenía que llover, el teléfono
sonaba y sonaba.
Azarada descolgué con un - dígame
Al otro
lado una señora me preguntaba
- está lloviendo mucho por
ahí??
No daba crédito a lo que acababa de oír.
Ni corta ni
perezosa contesté:
- pues sacaré la mano fuera para
comprobarlo,
y colgué.
Para tonterías estaba yo, qué
barbaridad!
Pasados unos días vino Salvador, el encargado de la
finca de Borrambla a telefonear.
Al cabo de un buen rato salió
con las manos en la cabeza y la cara descompuesta.
- qué pasa
Salvador?
le preguntó mi padre.
- Ayyy Antonio, qué disgusto,
mi señora la marquesa, que llamó para informarse del tiempo,
y una señorita fue muy descortés con ella, y hasta le colgó.
Santo
cielo pensé, esa soy yo.
Tierra trágame!!
Con diecisiete
años, y ajena a todo lo del pueblo, cómo iba yo a saber de duques,
marqueses y probablemente “dinamarqueses “.
Pedí disculpas
por mi torpeza y le expliqué mi ignorancia sobre el tema.
A
partir de ahí me aprendí el nombre de todas las fincas y sus
propietarios.
Tuve la ocasión de conocer a tan ilustre señora
ese verano. Todo quedó en risas y en anécdota .
Todos los días
había que llevar razón a más de uno en el pueblo.
Me encantaba
coger mi bici e ir a dar los recados.
Era una manera de salir del
local lleno de humo , de los cigarrillos que fumaban los clientes.
Me
tomaba mi tiempo, pedaleaba despacio, disfrutando del aire libre, y
saludando aquí y allá.
Era mi manera de desconectar un rato.
El
que no se conforma es porque no quiere.
Hasta los empleados de la
caja rural, y el mismo director, tenían que pasar por allí para
hacer sus llamadas.
Juan Clemente, alias el Carreteras, que en paz
descanse, me instruyó para dar conformidad de cheques y talones.
Era
súper gracioso, yo ahí diciendo, conforme el director.
En esa
época, había muchos pueblos en España que dependían de un solo
teléfono público para todos.
Y no estoy hablando de hace
siglos.
Con el tiempo y poco a poco todo ha ido mejorando
En
poco conocíamos a todo el mundo.
Buenas personas, clientes y
amigos para recordar toda la vida.
Estuvimos cuatro años y medio,
pero muy intensos.
Gracias a los nuevos medios de comunicación,
vuelvo a tener contacto con algunos.
Habrá cosas que os resulten
familiares, si conocéis el pueblo.
Espero que los que no, se
hagan una pequeña idea de cómo era en esos momentos.
UN
ABRAZO
ICH LIEBE SUCINA!!
Isabel Gil
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