29 Marzo
STABAT MATER
Allí junto a la cruz, allí
está Ella,
devorando sus lágrimas callada,
más que la
aurora, más hermosa y bella,
¡Virgen bendita! ¡Virgen adorada!
El alma destrozada y
abatida,
llorando de dolor, cual nadie viera;
contempla en una
Cruz morir la vida,
la vida que en su seno floreciera.
¡Oh qué grande aflicción y
qué tristeza
no sentida jamás por criatura!
Marchita de su
rostro la belleza,
marchita de sus labios la frescura.
¿Quién ante tal dolor no se
conmueve?
¿Quién puede haber que a tal sufrir resista?
Nadie
más, ¡Oh María!, te renueve
el enorme pesar que te contrista.
Ella, la Madre amante,
sollozando,
junto al madero donde su Hijo muere.
Pidámosle
perdón, perdón llorando,
a ella tan pura, qu el pecado hiere.
Vicente Huidobro (1893- 1948) Poeta chileno.
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