5 Julio
Del libro “Campos de sonetos en rama”
POEMA II
Si el agua con su ojo cristalino nos diera
en la diana del ajo, raíz con cabellera,
¿para que tú admiraras, yo admirara y quisiera
la huerta que es la madre más madre y compañera?
Si el agua con sus pompas de espuma ensoñadora
no corriera a lo loco como linda señora
por la acequia en canal, columnal y tenora
¿para qué este placer, esta espera, esta hora?
En el agua desnuda se columpian los peces,
se hacen nobles los cuerpos, las rocas y las heces,
adquieren los frutales fragantes redondeces.
En el agua se esponjan loas libérrimas tierras.
Por el agua se allanan serrijones y sierras.
¡Agua bendita, cuánta clemente vida encierras!
Apuleyo Soto
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