21 Diciembre
LA PASTORA DE BELÉN
De mi modesto rebaño,
llevo, al Niño, un corderito
que, aunque es muy chiquitito,
es juguetón y no huraño.
Sé muy bien que no hará daño
al pequeño de María,
y le dará noche y día
calor y blanda ternura,
y a la Virgen la blancura
de su lana y su alegría.
Y como soy la pastora
también llevo leche y miel
para el más lindo Clavel
que tanto amor atesora.
Al Niño que me enamora
por su melosa dulzura,
le he tejido en lana pura
botitas y una mantilla,
una gorrita sencilla
por realzar su hermosura.
Chelo Álvarez.
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