25 Diciembre
LA ESPERA DE DIOS PADRE
Está Dios Padre esperando
a que su Hijo se encriste
y baje a la tierra triste
que por Él anda clamando.
Le
hace los preparativos,
le da órdenes severas
y le da unas vinageras
que consuelen a los vivos.
No
quiere humanos cautivos
del pecado original,
los quiere nobles y altivos
cual el Edén terrenal.
Y
ya está Jesús dispuesto
a descender a Belén
donde María también
su cuerpo cristal ha puesto.
Después
un pobre pesebre
será su cuna entrañable
para que el frío no estalle
ni se le suba la fiebre.
Entretanto
las campanas,
los ángeles citarinos,
los pastores andarinos
y las ovejas con lana
le
darán la bienvenida
con coplas y villancicos
mientras que los pajaricos
doblen las ramas vencidas
por
la nieve del invierno.
¡0h qué paisaje tan tierno:
Dios Hijo siempre naciendo
y el romero floreciendo.
Apuleyo Soto
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