12 Mayo

 

12 Mayo

Este mes en Escritura creativa Aike (Biblioteca de San Javier. Murcia) el reto consistía en hacer una historia de menos de 500 palabras cuyo final terminara con la frase “La esperanza voló en avión hacia Asia”

Comparto el mío con vosotros.

LI y KAI

Andando distraídos ninguno de los dos pensó que la tontería de un choque en una esquina traería el amor para ambos.

- ¡Oh, Li!, mira por donde andas, me acabas de echar el café encima de mi corbata preferida.

- Lo siento, iba mirando el móvil y no te he visto.

- Pues es raro que no me veas con esos ojos tan hermosos que tienes.

- Lo raro es que me hayas visto tú con los tuyos, que no sé donde tienen el iris. Solo una rayita en cada lado de la cara. Seguro que eres asiático.

- Pues sí Li y tú? ¿De qué parte de España eres? ¿Porque eres española no?

- Andaluza, ¿no se me nota? ¿Y por qué me llamas Li?

- Los nombres son una parte fundamental de la identidad de una persona, sobre todo en Asia. ¿Sabes que significa Li en mi país?

- No, dímelo tú.

- Belleza.

- ¡Olé, esa gracia salerosa de ojitos rasgados! Gracias por el piropo y ahora me dirás que tu nombre es Yokitotucaca.

- Jajaja, no, me llamo Kai, que significa “triunfar”. ¿Y como te llamas tú si puede saberse?

- Carmen, así a secas.

- Pues mira qué bonita has dejado mi corbata Carmen. Tienes magia, porque de un azul turquesa lo has convertido en un marrón tostado, jaja. Mira, ¿qué te parece si me acompañas a por otro café y así charlamos un poco? Tengo mucho tiempo libre. Vine a una conferencia y voy a estar aquí unos días. Madrid es preciosa aunque es un poco aburrido visitar museos y palacios solo, no conozco a nadie.

- ¡No te jode! Ni yo tampoco. Estoy aquí por un musical, que por cierto se ha suspendido por la lluvia y tengo un humor de perros, así que me vuelvo para mi Andalucía mucho antes de lo que pensaba.

Carmen no volvió para Andalucía hasta que Kai no tuvo que marchar a su país.

Al lado del chico de pelos tiesos y ojitos rasgados disfrutó de unos días de turismo. Paseos, risas y pasión.

Después fueron bastantes meses de contacto cibernético. El amor había calado intensamente entre ellos y no podían dejar de verse ni un día aunque fuera por pantalla.

Kai dio el paso. Le dijo a esa andaluza de ojos grandes: - No puedo estar sin ti. Te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

Carmen no tuvo que pensarlo mucho, hizo la maleta y “la esperanza voló en avión hacia Asia”

Mari Carmen Olmos