El
pájaro cantor que antes venía
ansioso
de trinar a mi ventana
al
llegar el albor de la mañana
dejándome
su hermosa melodía,
ya
no viene y cualquiera lo diría,
porque
empleaba todo el gusto y gana
desde
una hora que era asaz temprana
sin
que faltase ni tan solo un día.
En
la rama de un árbol muy cercano
se
ponía y cantaba con donaire
desde
que el sol salía por oriente,
momento
en que lo hacía más ufano,
expandiendo
sus notas por el aire
al
ver que estaba el astro ya presente.
Si
permanece ausente
es
porque le ha pasado algo muy grave,
pues
en mi mente otra razón no cabe.
Cristino Vidal.
1 comentario:
Qué bonito poema amigo Cristino.
Muchas gracias.
Un abrazo.
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