31 Mayo
EL RUISEÑOR Y EL GORRIÓN
Siguiendo el son del organillo, un día,
tomaba el ruiseñor lección de canto;
y a la jaula llegándose, entretanto,
el gorrión parlero, así decía:
¡Cuánto me maravillo
de ver que de ese modo
un pájaro tan diestro
a un discípulo tiene por maestro!
Porque, al fin, lo que sabe el organillo,
a ti lo debe todo.
A pesar de eso (el ruiseñor replica)
si él aprendió de mi, yo de él aprendo.
A imitar mis caprichos él se aplica:
yo los voy corrigiendo
arreglándome al arte que él enseña;
y así pronto verás lo que adelanta
un ruiseñor que con escuela canta.
¿De aprender se desdeña
el literato grave?
Pues más debe estudiar el que más sabe.
Moral: Nadie crea saber tanto que no tenga más que aprender.
Tomás de Iriarte. (1750- 1791) Fabulista, dramaturgo y poeta español.
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