10 Julio
Gabriel María Vergara
recopiló “Mil cantares
amorosos populares”
y por ellos dio la cara
en textos facsimilares.
Tras
un sucinto Proemio,
brilla en ellos el ingenio
del pueblo español a tope,
que se declara machote
al parecer sin remedio.
Tanto
piropo a las damas
hoy no obtiene aprobación
por las feministas ramas
del comunismo en acción
manejando el corazón.
Sin
embargo, los leemos
de forma peripatética
porque en ellos solo vemos
su formulación estética
sentimental y alfabética.
Me
quieras o no me quieras,
dice el Hombre a la Mujer,
tú para mí habrás de ser
la perfecta compañera
que me dé pena y placer.
Pena
y placer de dulzura
pues hasta la sepultura
se mezclan en esta vida
las flechas que Eros nos tira:
Alegría y Amargura.
Apuleyo
Soto
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