4 Octubre
EL MUNDO DEL SILENCIO
No culpo a mis oídos del sosiego
que me acosa y persigue de por vida,
no culpo a ningún dios de que, impedida,
me dejara nacer. Ni me doblego
ni el canto del jilguero cuando anida
ni el bramido del toro en la embestida
ni a mis hijos pidiéndome algún juego.
¿Acaso, tú, mi amigo y confidente,
no ves de este silencio lo enojoso?
un chasquido, un zumbido generoso
para así comprobar lo que se siente.
Chelo Álvarez
No hay comentarios:
Publicar un comentario