9 Octubre
ALMA CÁNDIDA MÍA
Alma cándida mía,
te felicito
por haberte fundido
en mi cuerpo bonito
con sus cinco sentidos
(vista, nariz, boca, manos, oídos)
para ver, oler, gustar, tocar, hablar…
y además
henchir el corazón y la razón
de bondad y de verdad
durante ochenta años cumplidos
hasta la saciedad.
Sigue, buena amiga,
dándome vida
de felicidad.
¡Ay, ay, ay!
No me abandones, no,
en la tercera edad.
Apuleyo Soto
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