No se puede expresar con palabras lo que hemos sentido mis compañeros y yo al entrar en la Residencia Lozar para cantar villancicos a los mayores.
Antonia Fuentes era miembro de nuestro grupo, pero... la edad no perdona y ahora está allí con buena gente y muy buenos profesionales.
Hemos querido darle una sorpresa (aunque todos no han podido ir por trabajo) y creo que lo hemos conseguido.
RESIDENCIA DE ABUELOS
Para nosotros muy grato,
eso que hoy hemos sentido,
ojos de niño perdido
nos miraban con buen trato.
Hermoso, bello, barato,
sonrisas de los abuelos,
secando con sus pañuelos
la lágrima de arrebato
que les sale en ese rato.
Sí, cantamos para ellos,
hacen palmas, gestos bellos,
humildes y con recato.
Ya lo digo y bien rebato
que tratan a los mayores
con los mejores honores
buena mesa y muy buen plato.
Al salir del ancianato
besos y agradecimientos.
No saben que más contentos
iba el coro en su retrato.
Mari Carmen
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