EL ESCONDITE
¿Por dónde Te esparciste esta mañana
jugando contra mí a las cuatro esquinas
que Tus huellas profundas y divinas
no acerté con mis pies a dar en diana?
¿Y cómo hallarte he en tan temprana
hora de amor, negocios y oficinas
si Tú difícilmente te encaminas
por donde a mi me lleva la real gana?
No me contestes, Dios, no me contestes.
No te puedo pedir tal cosa, acaso,
ni es necesario que a mi fe te prestes.
Yo volveré de nuevo, paso a paso,
y si avisto tus calzas o tus vestes,
bien sabré a qué atenerme en cada paso.
Apuleyo Soto Pajares
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