27 Febrero
LA GULA
Tener hambre y no saciarla
Que repugna al apetito
Es como ver los gusanos
Hervir por comer hambruna.
Ver como se desplazan
Por encima de las tumbas
Y con frenesí devorar
Un banquete con angustia.
No consiguen retener
Todo aquello que consumen
Y comerán hasta hartarse
Porque así se lo disfruta.
Es inexplicable el ansia
Esa ansiedad repugnante
Y es para algunos una burla
Para algunos más, una befa
Y todos, con gran placer
Ya que ninguno perdona.
En el pecado, el dolor
Y una culpa para el glotón.
Cándido T. Lorite
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