23 Abril
PEDERASTIA
Cuando miro, del niño, la tristeza,
se me nublan los ojos por el llanto,
me entristece saber que sufra tanto
y me duele, me duele la pureza
pervertida en la infamia y la vileza
que cometen los hombres. Me agiganto
abrazada al pequeño, a su quebranto;
le regalo, irritada, mi firmeza.
"Si pudiera quitar los aguijones
que te dañan la infancia con ternuras,
curaría tu cuerpo de lesiones,
sanaría de tu alma las fisuras".
Me enfurece el verdugo pederasta,
aborrezco a su estirpe y a su casta.
Chelo Álvarez
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