15 Febrero
UN RAMO DE ACANTO
Para los múltiples enamorados
QUEDARME embelesado ante tu rostro,
imaginar que un ángel me ha vencido;
adorarte, lo mismo que a una diosa,
todo en fervores vivo dilüido.
Reposar de mis dedos estas yemas
en tus mejillas claras de esperanza,
mientras mi alma se llena de rumores
de cantos que son vida y añoranza.
Mirar, en fin, tus ojos con mis ojos
y abandonarnos mutuamente en llanto
con el galope sordo del deseo
trotando, denso y grave, en nuestro cuerpos;
puede que sea, amada mía, Amor
llamando a nuestras puertas con acanto.
Pedro Crespo
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