¡Oh almendro mío florido!
Que alegras mi vista y mi alma;
al verte de pétalos vestido,
me llenas de paz y de calma.
A tu vera, almendro, nací,
cerca de ti, me engendraron;
a tu vera, almendro, crecí
junto a los que te cuidaron.
Al ir creciendo, de ti cuidé,
lo fui haciendo con gran amor;
te podé, te aré y te mimé
al igual que el mejor agricultor.
Mis primeros amores te conté,
a tu sombra lloré, enamorado.
Junto a tu tronco me cobijé
de aquel invierno tan helado.
Mis desamores consolaste
con caricias de tu bella flor,
mis penas y mi frío cobijaste
dándome alegrías y calor.
Tu fruto, almendro mío, comí;
tu belleza sin igual, contemplé;
a llorar o a reír, a tu cruz subí;
a tu vera, otra vez me enamoré.
A tu sombra el tiempo pasaba,
viendo tu flor, hice una poesía;
mi corazón más se enamoraba
acariciando tu flor cada día.
Una vez te hablé de mi amada,
me escuchaste y me respondiste
que era la mujer por mi soñada;
¡la que a mi corazón trajiste!
Mi vida sin ti, no sería vida,
contigo quiero siempre vivir;
sin ti, para mí no hay cabida
para otra cosa que no sea morir.
¡Almendro, no nos faltes jamás!
Pues todos te necesitamos,
los enamorados, aún más,
pero todos, todos te amamos.
Que nunca nos falte tu belleza,
anunciante de la primavera;
¡que jamás tengamos la tristeza
de no tenerte a nuestra vera!
Antonio Martínez.
10 comentarios:
¡¡PRECIOSO!! el poema como preciosa es la flor del almendro. Muchas gracias Antonio, realmente hermoso "Mi almendro".
Un abrazo.
P.D. Como lo vea el "tio del saco" se lo guarda pá él, y porque no es uva,, si no,, el Pirulero se la come.
Si, los Almendros son muy bonicos y amorosos , sobre todo a la hora de coger la almendra, estan llenos de piejos, si pasas cerca de alguna rama te puedes sacar un ojo y si te rozas con el tronco esollon que te llevas.
Esque hay que tener moral para escribir algo amoroso y dulce de estos arboluchos. No si la gente hace cola para coger la Almendra.
Claro, como la Sra. Maricarmen no ha cogido nunca almendra, solo los ha visto desde el pescante de un coche y con el refrigerador puesto, por eso lo celebra tanto. Hay que oir cada cosa que el vello se pone de punta. Ala ala todos a coger almendra. ¡Si lo se no entro!
Anselmo I
Jaja, claro que no he cogío almendra y sin "lonitas bonitas" aparte del joío piojillo y el bochornoso calor, los hombres espolsando ramas y nosotras debajo en la recogida, recibiendo almendrazos, la sensación era como estar bajo una palmera y te caigan cocos.
Nosé como las almendra, una cosa ta pequeña puede hacer tanto moratón en el cuerpo.
El final del verano, entre la joía almendra y la garrofa, parecía que llevabamos un traje de lunares en vez de piel, jeje.
Que tiempos aquellos que vivías en la Mojonera, de eso estos no saben na.
Tengo en mi mente y recuerdo las imágenes como si estuviese allí, un día de San Antón que fuimos de críos con el colegio de excursión al barranco de agua y andando subimos a tu casa, iba yo con Antoñin el de contiendas de y recuerdo que salisteis todas las hermanas, nos disteis agua, y nosotros renacuajos con no mas de diez años quiero recordar, os mirábamos con ojos y dijimos joder como están las hermanas, esto lo recuerdo como si hubiese ocurrido ayer. jajajajaja
Mira el Mateico, tirando chinicas el joio tavia sa cuerda, si es que es verdad, ¡Que cosas cria el campo!. Mateico, tu ta acuerdas de tres, pero había dos mas y toas eran primas. Ni una de muestra quedo allí, toas se las llevaron y enseguidica. ¡Jesús! que vivero era La Medica. Toas bien guapas y alegres (en el buen sentido)
no vayais a confundir la tela con el percal.
Anselmo I
Quiero decir la "seda con el percal".
Anselmo I
Para Fco. Mateo y Anselmo|:
Yo no sé como estaban en La Médica. Lo que si sé es como están ahora. La madre que las trujo!!! Están toas pa comerselas, manque sea sin vino; ar natural, ele!!!
No, si pá hacer una buena rastra de morcillas, si que estamos "guenas", sí, jajaja.
Oid Palmero, Arcellón y Paquico Mateo recordais la pelicula "El Ruiseñor de la Cumbres",cuando Joselito cantaba y las montañas le devolvían el eco. Pues lo mismo o mejor lo hacia una de aquellas primas de La Médica, Se metía en el barranco y se ponía cantar y como por aquella zona es bastante hondo el eco aparecía. Yo la escuche desde La Cerca de Arriba un Verano cogiendo garrofas a esto del oscurecer. ¡Sublime chico!. Toda una pasada. Ni La Concha Piquer en sus mejores tiempos.
Mateo, qué recuerdos mas buenos de esa época.
Cuando veíamos a alguien venir, salíamos en tropel todas, jaja.
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