23 Marzo
Sin añadir o quitar una coma, publico
textualmente lo que me ha llegado para el blog.
Es de un buen amigo, igual de alarmado
que la mayoría, debido a la situación que tenemos actualmente.
Quiere trasmitir entre humor e impotencia su gran preocupación, por
el virus y por la insolidaridad que en algunas personas provoca.
La “con
perdón” engorda.
Viendo que esta reclusión
casera va para largo si es que no doblamos antes, y viendo la
acumulación en mi casa de papel higiénico y de otras cosas que de
momento no se tienen por comestibles y con la intención de
prepararme para la posible escasez de alimentos que padeceremos de
seguir las cosas así. Llevo ya tres días sustituyendo las
magdalenas con leche que tomo por desayuno, por leche con papel
higiénico. ¡Oye¡ y parece que de momento el experimento va bien.
El papel se diluye en la leche con la misma facilidad o más que las
magdalenas, solo he encontrado un pequeño problema y es que me da
hambre antes que con las magdalenas, pero creo, que añadiendo mas
papel quedará el inconveniente solucionado. De seguir esta pequeña
prueba para el desayuno dando buenos resultados, he pensado, probar
también con los periódicos viejos que guardo en cantidad en el culo
del arca y de los cofres, los mezclare con la leche y debido a la
tinta que contienen me hare la ilusión que también tomo leche con
“nescafé”. Otra idea que me bulle en la cabeza consiste en
guardar el papel higiénico usado, secarlo al Sol y una vez bien seco
y aireado pasarlo por la túrmix, el producto obtenido se puede
añadir a la leche, consiguiendo de esta manera el efecto de leche
con “colacao”. (Si si. Ya sé lo que vais a decir, pero de toda
la vida sea dicho “la con perdón engorda”) al fin y al cabo los
mayores inventos de la sociedad han sido experimentos fallidos, que
luego han resultado de gran utilidad.
Moraleja: No sé si
llegaremos a comer “con perdón”, pero cara si se va a poner
……“la comida”.
Seguiré experimentando.
Un saludo de:
Pirulero Antón
Copirring.
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