9 Marzo
(Hecho real)
Una señora estaba agonizando. Su
marido al ver que la perdía, fue a la sala para hablar con su cuñada
(hermana de su mujer) y muy preocupado le dijo:
- ¡Se muere!, ¿qué voy a hacer yo? ¿un
hombre solo?
Si conoces alguna mujer de mi edad o
más joven, que se haya quedado viuda o esté soltera para que se
case conmigo, porque, “un hombre solo...”
La cuñada estupefacta le contestó:
- Tienes dos manos igual que mi
hermana, no estás ni enfermo ni impedido, puedes hacer lo mismo que
ella o cualquier mujer. Al menos ten el decoro de esperar a que muera
para buscarte novia.
La señora en vez de morir se recuperó
totalmente sin enterarse nunca de esta conversación que mantuvo su
marido. Al cabo de pocos años, quien murió fue él y ella se quedó
sola como tantas otras mujeres.
Mari Carmen
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