19
Abril
Hoy
es para estos sufridores autónomos que siguen con su puerta cerrada
mientras la economía sumergida de su mismo oficio se “ponen las
botas” a costa de los que están legales, pagando sus impuestos y
no pueden trabajar.
Nos
quejamos de las administraciones. Nosotros tampoco nos quedamos
cortos en participar en este país de pandereta donde cada uno pone
su grano de arena.
Me dirijo más al sector peluquería porque me afecta directamente.
El negocio cerrado. No se pueden hacer servicios a domicilio a no ser que lleves un justificante médico de la persona que vas a atender como que está impedida.
Si
lo haces sin estos “requisitos” aparte del riesgo que supone el
contagio le sumas la multa que tendrías que pagar si te para la
policía.
Algunos de actitud legal se han visto obligados a dejar su oficio e irse al campo a trabajar para mantener a su familia. Mientras otros/as pueden seguir haciéndolo tranquilamente en sus “negocios bajo mata” Gracias a los legales, ¡claro!, que no les ponen una denuncia a todo aquel “escondido y libre de impuestos”.
¿Qué
va a pasar cuándo se pueda abrir esa puerta del negocio que te da de
comer?
¿Volverá
esa clientela o ya se habrán acostumbrado a seguir de estraperlo que
encima les sale más barato?
VA POR ELLOS
No
es justo ni legal que mientras unos lloran,
otros
vendan el papel de secar las lágrimas.
Los
que con con tanto empeño colaboran,
no
comen de un buen hacer, ni de lástimas.
Las
soluciones mucho se demoran,
Situación
dura para todos, e inhumana.
La
forma de arreglarlo es muy incierta.
Y
“El amor se escapa por la ventana
cuando
el dinero no entra por la puerta”
Mari
Carmen.
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