23
Junio
Quiero
agradecer a José Miguel y Sara la amabilidad y atención que
tuvieron con nosotros en nuestra corta visita.
Romance
a la primera salida
(Para Mari Cruz, que le gustan mis anécdotas)
Tres meses de confinamiento,
yo gruñendo a cada momento.
Él muy amable me propuso
que el veintiuno y sin acuso
mi cuerpo saleroso iba a salir.
Pregunto: ¿dónde vamos a ir?
Contesta; pícaro y sonriente
que me llevaría complaciente
de paseo para no oírme gruñir.
Como bien lo conozco de años
con sus sutiles viajes extraños
de mucho correr y nada veo
a ver si esta vez ya me creo
que vayamos a hacer turismo
y no sea otro más de lo mismo.
¡Ay!, ¡qué ilusión! ¡Me
desvela!
A las cuatro de la madrugada
subo al coche toda emocionada
Vamos a ver...¿dónde me lleva?
Vi, Valencia, Zaragoza, Teruel,
por la autovía... ¡Sólo en
cartel!
Mil kilómetros nos zampamos.
Por fin a Calatayud llegamos,
que era el destino de mi mozo
y hay que ver con cuánto gozo
estiré mis músculos agresores.
La canción habla de la Dolores
y por la Dolores preguntamos
pero como allí ya no estaba,
mis cosas y prendas rebujaba
y enseguida nos marchamos,
pasando de nuevo otra vez
por esa ruta, sólo que al revés
y del paseito volvimos a casa.
Ahora; esto si que tiene guasa.
Ya me encuentro preparada
para otros meses encerrada.
Aseguro y prometo no gruñir,
porque esta forma de salir
me ha dejado unas agujetas
como dos pares de peinetas
puestas más de dos semanas.
En casita como las murcianas
y los viajes... a ¡hacer
puñetas!
Mari
Carmen