26 Septiembre
A MI ISLA BONITA DE LA PALMA CANARIA
¡Cómo la amo, señor,
cómo la recuerdo
con todo el corazón!
¡Cómo surge en mi mente
colmada de esplendor
con sus Llanos de Aridane,
su flora multicolor,
su Caldera Taburiente,
sus trechos de Tagoror,
sus volcanes en las cumbres,
su lava en el exterior
y casitas con vergeles
de fragante olor…
Que no se me quemen más,
que no se me quemen, no.
Alma, corazón y vida
por ellos daría yo,
y por sus pinos y vinos
y su laurisilva en flor,
su Teneguía candente,
su basalto seductor,
su miel, su tabaco y seda
y benohoaritas de pro.
A Santa Cruz de la Palma
le dediqué una canción
merecedora del premio
con el que se me honró
un tres de mayo, su fiesta
eclesial de Arte Mayor.
De eso ya hace mucho tiempo
pero aún lo recuerdo yo
por las veinticinco mil pesetas
que me dieran, qué montón
para los días de entonces
pobres de todo, señor.
Quedaros conmigo, pues,
que ya os digo Adiós. Adiós.
Apuleyo
Soto
No hay comentarios:
Publicar un comentario