19 Junio
Con su carita linda,
menuda,
lleno de lealtad y nobleza
apoya su brillante cabeza
de forma ligera y vueluda.
¡Ay! Y mi corazón
desnuda
cuando me dice muy bajito:
-abuela, sólo un
momentito,
¿podrías darme tu ayuda?
Dime cariño, ¡sin duda!
¿Tú que quieres hacer?
-Yo sólo quiero aprender
de esa tu boquita picuda
y quiero que seas tozuda.
¿Puedes enseñarme a
rezar?,
deseo comprender y
practicar
y me dicen que a ti acuda.
Su frente pequeña,
moñuda,
ese ángel reflejado en mi
nieto
me pide con dulzura y
respeto
saber rezar y en mi se
escuda.
Este lazo que a él me
anuda
me llena de gozo y
sentimiento,
no puedo describir lo que
siento.
Mi alma para él y por él
insuda.
Mari Carmen
2 comentarios:
Que bonito Mari Carmen.
Sientete orgullosa de tu nieto, de lo que te pide y de lo que escribes.
Teodoro Alcaraz
Muchas gracias Teodoro, un abrazo
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