Entre maestros anda el juego. Apuleyo Soto Pajares, dedica este romance a su amigo y compañero de letras, Pedro Crespo Refoyo.
R0MANCE VIEJO-NUEVO A PEDRO CRESPO REFOYO
Rey don Sancho, rey don Sancho,
no digas que no te aviso,
que de dentro de Zamora
un Pedro Crespo ha salido
doctor en Humanidades
por todo el mundo aplaudido
y con la cabeza alta
cual las espigas del trigo,
trigo de pan candeal
del que comen sus amigos
y amigas del facebúk
con excelente apetito.
A todos nos da su pluma
ejercitando el oficio
de enseñar al que no sabe,
en el que es diestro y temido.
Sus lanzazos son de vida
y no de mortal destino.
Yo
soy uno de esos párvulos
que lo lee de continuo,
y ojalá que más maestros
como él sean venidos
a estos literarios páramos
que sufren tantos descuidos.
Rey don Sancho, rey don Sancho,
no digas que no te aviso.
Apuleyo Soto
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