2 Julio
HAY DÍAS DE TODOS
Y siempre hay días de todos
de algunos variados modos
que ríes por no llorar,
y te tienes que aguantar.
Unos "a pedir de boca",
contenta como una loca
todo te viene a las manos,
otros ya son como enanos
del tipo de duendecillos,
revoltosos y chiquillos
dispuestos a estropear,
¡nada dejan al azar!
Se te quema la tortilla,
o resbala la muy pilla
y se queda en la mitad,
pues con toda libertad
va a parar a la encimera,
tú de ninguna manera
la puedes volver a unir,
osea, viene a salir...
parecida a un zarangollo,
liada con todo este embrollo
se te va media mañana
limpiando y no queda gana
de hacer cualquier otra cosa,
¡ni lo intentes muy afanosa
con el duende en revolución!,
mejor te vas al sillón
y no te muevas de allí,
porque esto ya empieza aquí
y cuando el día se obceca...
¡si vas a la mar se seca!.
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