11 Marzo
RELATO CORTO
¿No os pasa que cuando pretendéis llamar al niño, decís todos los nombres de los hermanos menos el que queréis que venga?
A mi ya me está pasando con mis peques.
No sé si le ocurrirá a mucha gente o solo está arraigado en mi generación.
Recuerdo a la dicharachera y nerviosa de mi madre con sus tres niñas de corta edad y algo revoltosas que esto le solía pasar muy a menudo.
Cuando la sacábamos de quicio empezaba con la letanía de los nombres.
Yo, que soy la mayor, se suponía que era la que debía tener más conocimiento y debería acudir primero a su llamada, pero me hacía la remolona igual que mis hermanas.
Mamá, nunca nos dio un cachete y nos quería más que a su vida, pero, cuando la sacábamos de sus casillas y quería llamar a una de nosotras, alteraba el orden más el nombre. La última en mencionar era la que debía acudir.
– Milagrossssss, Conchiiiiii, ¡¡Mierda!!
– Y yo contestaba: ¡Voyyyyy!
Mari
Carmen
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