28 Enero
Esos hombres y mujeres
que no duermen por la noche
y al volante de un camión
conducen a troche y moche
por las autopistas lisas…
a do van y qué transportes
de mercancías realizan
sin que a la gente le importe?
Van a darnos de comer,
de calzar y de vestir.
Van al Sur y van al Norte,
van al Este y al Oeste,
cuatro puntos de derroche
de alimentos, vestimentas
y caudales noche a noche.
No les paran las tormentas
ni las montañas feroces.
Si hay sombras, se alumbran solos,
si hay obstáculos los rompen.
Donde hay agua, beben agua,
donde hay pan, el pan se comen,
pero siempre caminando
aferrados al transporte,
sin separarse del rumbo
que les marcó el jefe insomne.
Triste vida la que llevan,
triste vida de esos hombres
y mujeres al volante
durante todo la noche.
Acordémonos que sufren
por nosotros porque, porque…
no le falta nada a nadie
aunque no sepa su nombre.
Anónimos transportistas,
anónimos conductores…
¡ay, descansad un poquito,
queridas mujeres y hombres!
Apuleyo
Soto
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