29 Enero
MAL HAYAS, AMOR, POR SIEMPRE
No son blandos, Amor, estos senderos
por donde transita el que tus designios
acepta, como un mártir sin dominio,
ignorando si son los verdaderos.
No son dulces, Amor, desfiladeros
que a la muerte convidan tan impíos,
cual dones necesarios de amoríos,
disfrazados de harapos del Barquero.
Que no te ofrendo don alguno, dios,
por más que con tus flechas me persigas
entre el oro y el plomo con tu son.
Guarda ya tu carcaj y no me digas
que es tu afán perseguir mi corazón;
porque a abjurar de ti, con tal me obligas.
Pedro Crespo
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