25 Septiembre
Cuando abrí los ojos me encontré a mi tía Conchita a mi lado, de pie, con un bebé envuelto en un pingo blanco. Sólo se le veía la cabecita llena de pelo moreno, casi negro.
Le dije: ¿qué es? Y me contestó: una niña, toma, con su mamá.
¡Qué alegría más grande sentí!
Le miré la carita y exclamé: ¡Qué guapa es! Le parece a mi hermana Conchi.
¡Feliz cumpleaños Princesa!
De aquella niña tan chiquita,
con pelo negro y cara redondita,
en gran mujer te has convertido.
¡Cuántas cualidades has reunido!,
mi querida y amada princesita.
Mi inigualable hija, Eva María,
mi ilusión mi gozo y mi alegría.
Juntas mil veces hemos soñado
con un mar de vida apaciguado
donde por fin una ola llegaría.
No dudes nunca mi pequeña
que me trajo aquella cigüeña,
el mejor regalo bajado del Cielo
al que adoro y siempre anhelo
verte con esa sonrisa halagüeña.
Mari Carmen
2 comentarios:
Me has sacado una lagrimita...
Muchas gracias mi mami!!!
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Te quiero!! ��
Te lo mereces Princesa. Te quiero
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