5 Octubre
He sentido tristeza, mucha tristeza.
Este domingo se celebraría el día de la Patrona de Sucina Nuestra Señora del Rosario.
A pesar de tener una misa especial y fuegos artificiales en su honor a las 21:00 h. (que el pueblo ha visto desde sus terrazas) se ha echado mucho de menos el ambiente y la algarabía de años anteriores.
Los restaurantes de Sucina incluídos los demás comercios se merecen una gran ola de admiración por el empeño y la labor que hacen para mantenerse a flote y mantener a su clientela.
Hoy quiero hacer mención especial al BAR ROSARIO.
Un negocio familiar que Adela y sus dos hijos Paco y Alfonso llevan con ahínco y tesón desde hace años.
Hace más de 6 meses que no salgo de casa excepto lo imprescindible y por supuesto vedado el ocio.
Haciendo una excepción, esta mañana encargué comida en este restaurante y a las 2 fuí a recogerla.
Siempre ha estado a reventar de gente. Dos salones amplísimos donde hace unos meses no cabía un alfiler.
Reinaba el progreso y la alegría.
Servicio excelente y comida sensacional.
Una vida social sana y agradable desde que entrabas por la puerta.
El servicio y la comida sigue siendo igual de exquisito, pero el ambiente ha cambiado mucho, dadas las circunstancias que tenemos con el Covid19.
Rigen perfectamente todas las medidas de seguridad que manda la ley.
Mesas a la distancia reglamentaria unas de otras.
Todos con mascarilla excepto si estás comiendo.
Una cinta separadora de la barra (con lo cual no hay barra)
Escrupulosamente todo tipo de desinfección, gel y demás.
Dos salones llenos y tan poca gente. ¡Dios mío! ¿Cuánto hay que luchar para mantenerse a flote en este mar que te arrastra?.
Aprecio muchísimo a esta familia que han trabajado y trabajan muy duro para salir adelante.
No se merecen esta situación como tampoco se la merecen tantos otros.
Siempre había mesa (aunque lo ha hubiese) porque estos chicos maravillosos, Paco y Alfonso te sacaban una de donde fuese.
Ahora no pueden hacerlo.
Hoy he visto como no atendían a un matrimonio que llegaba a comer porque no podían poner más mesas por la dichosa “distancia de seguridad”
Yo miraba el salón y decía para mis adentros: ¿Cómo es posible que con esta situación paguen sus impuestos y les quede algo para sobrevivir?
Volviendo a casa se me saltaban las lágrimas.
¡Para vosotros campeones!
No hay mal que cien años dure,
un refran muy antiguo y cierto,
esto es un mal sueño, despierto,
rogando al Cielo que no perdure.
Este restaurante siempre abierto
por ellos. Alfonso, Paco y Adela,
uno mirando al otro se consuela,
trabajando en un espacio desierto.
Ésto traerá demasiada secuela,
en esta familia tan trabajadora,
y llegará algún día aquella hora
donde el premio de su quiniela
Dios lo recompense sin demora.
Mari Carmen
3 comentarios:
Que buena eres expresandote como siempre !Mari Carmen , Y que ciertas tus palabras ! Gran Familia , difícil situación ... Día d la Virguen muy distinto .. Esperemos que los años venideros podamos ver la imagen d la Virguen por nuestras calles ..y esto sea un mal recuerdo .. Enhorabuena x tu forma d expresarte .
Perdón , soy Manoli ...besos..
Muchas gracias Manoli, ojalá esto sea un mal sueño y para el año que viene ya hayamos despertado. Gracias de nuevo amiga, abrazos
Publicar un comentario