12 Noviembre
En castellano derecho
como un nuevo Gonzalo de Berceo hecho,
escribo este poema ante el maltrecho
que le han inferido los deshechos
de su Lengua Oficial Vehicular.
Es no querer ser ni gozar
del pecho del idioma que les dio de mamar.
Si lo hacen por despecho…
de qué, pregunto yo:
¿Me escucharán y responderán?
Creo que no.
En España, en América
y en cien lugares más…
se habla y escribe
como es obviedad
y como Lengua Madre
que no cesa de manar.
Pipiolos ignorantes…
NO LA PODRÁN CEGAR.
Apuleyo
Soto
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