13 Abril
Del recital de poesía 2023
MARGARITA
Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia
sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu
acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto
era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda
hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de
malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una
tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era
traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una
pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen
mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son
así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre
el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más
lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando
estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda
envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué
te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes
en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no
mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella
mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he
dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué
capricho!...
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: «No
hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el
viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice
enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo
robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo
el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa
le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar
piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego
hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en
que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva
esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí
vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un
día te quiso contar
un cuento.
Rubén Darío. (Recitado por Enrique)
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