24 Abril
SED DE DIOS
No supe qué era hartura hasta probarte.
No supe que era sed hasta beberte.
Del ciervo con el ansia de alcanzarte,
del ciervo con la sed de retenerte.
Ahora de frente veo qué he de hacerte
cómo corresponderte y cuánto darte
para tenerte siempre de mi parte
sin el temor del dardo de la muerte.
Señor, ya lo aprendí, Tú eres la Espera,
la Mansedumbre y más, la Confianza,
tres gracias, ay, cualquiera la primera.
Tres gracias y tres llaves, tres en danza
para que nunca pierda la carrera
mi claro corazón que a Ti se lanza.
Apuleyo Soto Pajares
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