28 Agosto
ANTE EL ESQUELETO DE UNA MUJER
ÉSTOS que aquí sostengo son los huesos
que un buen día armazón fueron entero
de un cuerpo de mujer muy altanero
al que sirvieron de nada los besos.
EN esta cavidad de espacios gruesos,
casi concavidad de un gran mortero
tallado en mano firme del acero,
estuvieron guardados bien los sesos.
MAS ved ahora, aquí, ¡en lo qué ha quedado
tanta memoria, tanto juicio y tanta
voluntad de potencias que ha gozado!
DECIDME, al fin, ¿a quiénes no le espanta
este despojo en tierra figurado,
sin que le brote un grito en la garganta?
Pedro Crespo
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