POEMA V
Con mi huerto pequeño me conformo.
No ansío más que el raso de una rosa.
En mis dedos labriegos, la espaciosa
lechuga en leche púbico transformo.
Y pongo al sol las habas, y reformo
el tapiz de la berza avariciosa.
Y dejo nudo el tramo en que reposa
la calabaza que a capricho formo.
Esta es mi vida, retirada y plena.
Completa y limpia tengo la alacena.
Sólo a inquietud y mansedumbre aspiro.
Doy la mano a la col y a la escarola.
Me conforma el temblor de una corola.
Y junto a un manantial sueño y respiro.
Apuleyo Soto
No hay comentarios:
Publicar un comentario