11 Julio
Estoy asustada, cabreada,
el miedo siempre asoma,
ésto parece una fea broma
de mal gusto y muy pesada.
Bien se está en la poltrona,
buena paga y muy felices,
a nosotros pobres infelices
este desarme no perdona.
Que si digo, o que si dices...
y no saben buscar el medio
con habladuría de promedio,
sólo crecen más sus narices.
Un mal virus entremedio
y la gente toda angustiada,
hablan, pero no dicen nada,
ninguno encuentra remedio.
Ya me tienen muy cansada
más allá aún de los melones.
¡No se puede exigir cojones,
a una mente tan castrada!.
Mari Carmen
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