22
Julio
Filosofando,
filosofando…
la
vida se va pasando
por
el arco de triunfo
del
prestigio ganado.
La
mente despierta,
la
pluma en la mano,
los
dedos dactílicos
clicando
el teclado
del
ordenador
que
piano, piano,
al
poema envolvente
le
van conformando…
A
trancas y barrancas,
el
poeta es un mago
que
la realidad
mejora
a destajo.
¡Ay
si no existieran
los
vates de antaño,
qué
pocos ahora
harían
su trabajo!
Ellos
no enseñan,
ellos
nos legaron
la
forma y el fondo
de
desentrañarlos
en
versos actuales
con
los que imitarlos,
como
los que yo ahora mismo
acabo
de plasmaros.
¡A
filosofar!
La
vida es un prado
con
mucho que andar.
Raro,
raro, raro…
flores
no encontrar.
Apuleyo
Soto
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