sábado, 4 de julio de 2020

4 Julio



4 Julio

Hoy, 4 de julio...
el día en que otro pueblo celebra su libertad,
estoy yo en ansioso movimiento con tus olas.
A tí, mi amadísima patria...mi femenina patria,
mis pedazos del alma rodeados de agua por todas partes,
quiero sacarte a toda prisa de la fiesta.
Hoy, 4 de julio...
¡en la cárcel de tu mar me quedo presa!
Quiero despertar a todos con mi grito.
Sobre tu dolor me he tardado en escupir y ladrar
porque la inercia de un huracán de siglos me ataca.
Hoy, 4 de julio...
no podría ser de otra manera.
Tú, como yo, isla cerrera,
eres por ti misma ruidosa y caliente
como las armas y las almas
de los revolucionarios más fervientes.
Hoy, 4 de julio...
quiero que nos sentemos en primera fila
con el alma herida y la palabra interrumpida
a observar aquellas manos que empuñarán su bandera
y a dejar que cada una de sus estrellas nos duela.
Que cada grito de libertad en la nación aquella
nos recuerde la que a tus orillas aún no llega.
Que cada artificial estallido retumbe en nuestros oídos
y que nos borre de un tirón esta absurda indiferencia
que hace que otros nos hagan creernos felices.
Hoy, 4 de julio...
arremete a golpes contra mi pecho la sangre borinqueña
que me corre deprisa por las venas,
porque toda vá no ha sido como otras,
derramada,
escurrida,
exprimida,
drenada por la fuerza a través del hueco
de la más descarada injusticia
perforado por las balas extranjeras.
Esas que hoy 4 de julio,
disfrazadas de libertad, encima de ti celebran.
Hoy, 4 de julio...
frente al que no quiera escucharme
gritaré con mi voz de mujer fuerte
hasta que se rompan en pedazos
los candados de su mente.
Hoy, 4 de julio...
mi patrio dolor me vuelve intransigente,
igual que hay quien no soporta
la idea de la libertad...
hay veces que no soporto la libertad de otras ideas.
Hoy, 4 de julio...
me quedaré contigo bien lejos de la fiesta
y sólo hablaré de tí, mi tierra.
Tú mujer y yo archipiélago de islas;
somos tan paralelas...
nos han obviado en incontables mapas,
nos han abierto imborrables heridas.
Hoy, 4 de julio...
ya me duelen hasta el cansancio aquellos brillantes estallidos.
Me dormiré, más con la frente en alto
observaré de lejos la libertad de otros niños
y me acostaré con los labios sobre el pecho de los míos.
Les soñaré sus propios festejos,
les dibujaré otra vez sobre su cabecera
el estallido de una estrella; sólo una,
y entre sus manos dormidas les sembraré su bandera.

(Desconozco su autor) Sacado del blog “Hoy me desperté de arena. Historia de Puerto Rico y sociedad”



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