14 Agosto
Frente a la ermita
En la puerta de la ermita
encontré una viejecita,
en un banco allí sentada.
Vi que mucho susurraba.
En silencio, me senté,
un corto rosario divisé
enrollado a su mano,
con un sonido liviano
pasaba los misterios,
libre y sin beaterios
la viejita oraba allí
y en mi corazón sentí...
al verla ahí en la puerta,
a pesar de estar abierta
la ermita de par en par,
con ello pude observar
que para estar con Dios
no hay ni sitio, ni pros.
Ésta mujer con ternura
rezaba, llena de fe pura.
Admirada y fiel abuelita,
por el Señor seas bendita,
en ese banco sin pintura,
vas rezando con dulzura
sentada frente a la ermita.
Mari Carmen
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