8 Agosto
De sexo hablaba el abuelo,
a sus amigos compañeros,
éstos cabreados y fieros,
no encontraban consuelo.
Se quejaban de impotencia.
¡Qué actividad antaño tenían!,
¡las cosas que ellos hacían!,
antes de esta penitencia.
El abuelo; como los sabios,
les decía: ¡no apuraros!,
los besos no salen caros
y sigues teniendo labios.
No desistas, si no puedes,
ni tampoco si no atinas,
hay modalidades finas
con igualdad de placeres.
Si la cosa ves que mengua,
no te preocupes por eso,
nunca terminará el sexo,
mientras tú tengas lengua.
Y si en un despiste o desliz
te olvidaste la dentadura,
verás con qué hermosura
la dejas satisfecha y feliz.
Mari Carmen
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