6 Agosto
Solo un camino anduve
bajo la luna
y sus violines blancos
mi mansa cuna.
Solo seguí las huellas,
la senda clara
de luz y de armonía,
su blanca cara.
Unas guitarras grises
me acompañaron.
Mis acordes vetustos
ya me bastaron.
De la neblina frágil
tú vas; yo vengo
de la luna. En la noche
ni sueños tengo.
Antonio Cánovas Pinto
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