14 Diciembre
Érase un hombre arrimado a un puro.
Érase un hombre fuerte y alto y duro.
Érase un hombre en pie ya muy maduro.
Érase un hombre que perfilar procuro.
Y
ya está, ya lo he escrito, estoy seguro
que llegará más alto y será un muro
que no derribarán los vientos ni los uros
que le impitonen en los lugares oscuros.
Aquí
dejo el soneto de su apuro
en rimas igualadas uro a uro
por los tercetos en su extremoduro.
El
soneto constante es sonaduro
y lo he ido fumando como un puro.
Que te guste y no más. Punto roduro.
Apuleyo
Soto
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