19 Diciembre
Llira conmigo, amigo,
al leer el Romance
que para ti escribo.
Llega lleno de lágrimas
al papel blanco y limpio,
ensúcialo llorando
por lo que te digo.
La vida me ha tratado
a golpes, y a ti mismo
te ha puesto entre las cuerdas
de un combate boxístico
entre bienes y males
lindando el precipicio.
Ay, más de una caída
en la senda tuvimos
pero nos levantamos
y debemos levantarnos ahora mismo
que otra vez en la trampa
trampera sucumbimos.
Lloremos las tristezas frecuentísimas,
lloremos de alegría y optimismo.
Tanto son perlas frágiles
como gotas de rocío
nuestras lágrimas álgidas
del cristalino ojo sufrido.
Ven y cálmate ya,
anda y vente conmigo.
La meta nos espera,
no se mueve de su sitio.
Apuleyo
Soto
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