1 Diciembre
DOLOR POR EL AMOR PERDIDO.
Quisiera que el amor que ya he perdido
se entierre a toda prisa en el olvido,
no volviendo a surgir de entre las brumas
y permanezca para siempre huido.
Si acaso lo recuerdo, me hace herida
en el alma, que ya tengo transida
de llorar tanto, que no puede más
por estar grandemente adolorida.
Se me han quedado las alforjas llenas
de negros nubarrones y de penas
que no van a salir, porque amarrados
están entre candados y cadenas.
Qué triste es estar solo en este mundo
y tener amarguras en abundo
sin tener nadie que le importe nada,
quedándose por siempre gemebundo.
Quizás la primavera tan cercana
me quisiera ayudar y una mañana
me despierte a la vida nuevamente
y de amar y reír ya sienta gana.
Intentaré que sea como digo
y lo voy a jurar y a ello me obligo
poniendo el corazón en tal empeño,
porque es muy duro estar en desabrigo.
Cristino Vidal
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