23 Febrero
Este rap mío sobre Hasel o Hasél
es tan malo y desastroso como él,
que destila hiel
y eriza los pelos de la piel.
Es también
injurioso, pavoroso, bochornoso…,
y como él,
haciendo el oso
caigo en el foso
de un castillo de papel.
Malo, malo es su lenguaje
pero aquí tiene su encaje
como un brebaje
de hierbas salvajes
que pueden saber bien
a quien con alto voltaje
de locura y caradura
lanza el mensaje
de semejante basura.
Palos, palos merece entonces
ese que da voces como coces
con la boca más que con los pies
por ser
un indeseable y desechable y miserable
timonel.
Vandálicos afines a sus fines…
con adoquines
han salido a la calle
para tirarles
piedras innumerables
a los policías y a los cristales
de los comercios impagables,
en los días memorables
del 23-F, veintitrés
del “quietos todos” que disparo,
como dijo Tejero el coronel
sublevado contra el Rey
Juan Carlos I
asaltando el Congreso
con la Guardia Civil caminera en exceso.
Pablo Hasel o Hasél
hace burla del Borbón
burlando la democracia,
ay, ay, ay, ay, qué desgracia,
cárcel pide para él
la Justicia por tal causa.
En la Torre de Babel
se confundieron todos
y aquí también.
Cárcel solo de papel
claman los que le defienden
mientras encienden
las piras de la ira.
Noches de “rojo” satén,
Noches y noches perdidas,
días y días
echados a perder
sin más quehacer
que gritar
“Libertad, libertad, libertad,
libertad de expresión”.
¿Y por qué no
libertad de corazón?
Anda y que les den
a los independentistas
su propia medicina reventista.
Pasen lista
a los encausados depravados
y que acabe la ventisca.
Fin del rap
contra Hasel o Hasél.
Quítenmelo de la vista,
no vuelvo a pasar revista,
duro con él.
Seguid vosotros su pista
si queréis.
Febrero veintitrés
del año 2021,
continúan los tunos
hilando sus jerseys
y nosotros, bobitos,
quedándonos a su merced.
Apuleyo
Soto
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