25 Febrero
AUNQUE TE HAYAS IDO.
No importa si me quieres, o al contrario,
me odias o te soy indiferente,
pues dejaste sin duda tu simiente
bien guardada en hermoso relicario,
donde albergo ese amor imaginario
que estará, te lo juro, bien presente
la vida que me quede. Tan ingente,
que todo lo demás, es secundario.
Me pasé el Rubicón sin darme cuenta
que mis pasos se fueron harto lejos
y es que el alma la tuve tan sedienta
de ti, que no escuchaba los consejos
que me di, que lo mismo ocho que ochenta
me daba y fue por falta de reflejos.
Cristino Vidal
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