16 Abril
ASÍ COMENZAMOS
Cuando tuve tu mano entre las mías
me quedé obnubilado con su goce,
pero fue mucho más cuando decías
que tú te derretías con tal roce.
Era como un traspaso entre los dos
de ganas de estar juntos para amarnos,
porque esa fue la voluntad de Dios
para poder así comunicarnos.
Temblabas y el temblor iba a tus ojos
donde se reflejaba tu placer
y entre miradas tímidas, sonrojos
y balbuceo me dejaste hacer.
Recuerdo al aquel ardor del primer beso,
que nos llevó a un camino sin regreso.
Cristino Vidal
No hay comentarios:
Publicar un comentario