18 Noviembre
Aunque hayan pasado días después de Halloween merece la pena leer este poema de nuestro colaborador y buen amigo Apuleyo.
A la española manera
se enmascaran los hispanos
para remarcar fronteras
con otros seres humanos.
Las
máscaras son sangrientas
en el Día de difuntos,
innumerable es la cuenta,
da miedo encontrarlos juntos.
Ya
Larra tal aquelarre
de brujas, meigas y xanas
puso en semejante amarre
con ninguna de ellas sana.
Terror,
estupor y horror
dan la nota prevalente;
esto no es humor ni amor,
es tortura simplemente.
No
hacen gracia, no dan risa,
cada cual a su aire va,
lisa y llanamente es misa
laica, mala y sepuldral.
Detestemos
a las máscaras,
quitémoslas del ambiente
de la calle como a cáscaras
de antiguos zombies volvientes.
¡Viva
la vida contenta!
No
celebremos la Muerte.
Cuando ella nos pase cuentas,
que sean las de la suerte.
Día
de Difuntos, Día
para olvidar si podemos
librarnos con alegría
de sus tormentos terrenos.
Aquí
paz y después gloria.
Que Dios nos coja en su seno
cuando este mundo de escoria
tardemente abandonemos.
Apuleyo
Soto
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