4 Noviembre
LEY DE VIDA
Pasando noventa años
en esa fuerte persona,
el cuerpo se desmorona
y sufre todos los daños.
Muchas veces no funciona
el pedir por su salud,
es pobre su magnitud
cuando el tiempo no perdona.
Dar a Dios la gratitud
por esa vida vivida,
aceptando su partida,
no se fue con prontitud.
Toda persona es querida
y duele a cualquier edad,
pero, triste realidad
cuando se pierde la vida
en los años de libertad,
con juventud por delante
torciéndose en un instante
si llega una enfermedad
o sufre de algún percance
y con su angustia se lance
a evitar la mortandad.
Rogamos Señor que alcance
la salud, por Tu bondad
y nuestra oración afiance
su curación de verdad.
Mari Carmen
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