miércoles, 15 de enero de 2020

15 Enero


15 Enero

En esta época el pesimismo está de moda. Con la recesión en casa, la zozobra en el extranjero y todas las otras malas noticias que nos rodean..., los optimistas son sospechosos.
Dr. Martín E. P. Seligman

Se ha calculado que, en la actualidad, se ha multiplicado por diez el número de personas que padecen depresiones graves con respecto a hace cincuenta años. ¿Acaso puede sorprender a alguien esta revelación estadística? Con el fracaso de los negocios, el aumento de la inflación, el crecimiento del desempleo y la escalada de delitos violentos, a veces resulta verdaderamente difícil encontrar gente positiva y temas de conversación edificantes. Estamos rodeados de pesimismo.
Piensa en las conversaciones que mantienes con la gente. ¿Prefieres hablar acerca de los problemas y angustias de tu vida o, por el contrario, optas por hablar de tus logros personales y de anécdotas entretenidas y alegres? ¿Te sientes atraído por las personas que hablan de crisis personales y temas trágicos o prefieres escuchar a aquellas que te hacen reír o que tienen algo emocionante para compartir?
La otra cara del pesimismo es el optimismo. El optimismo, aunque no está de moda ni mucho menos, combate la depresión, contribuye a logros personales, reduce los síntomas de estrés y produce una salud física y mental notablemente mejor.
Hoy tienes la posibilidad de elegir: ¿Seré una persona pesimista u optimista?

Hoy elegiré relacionarme con personas sonrientes y alegres y no con aquellas que están preocupadas o son negativas.

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